Los mágicos pueblos de Veracruz

Identidad Veracruz

Xalapa, Ver.-  Sus atributos simbólicos, las leyendas que los envuelven, su historia y su cotidianidad los han convertido en un referente de Veracruz.

Los seis Pueblos Mágicos nos llevan a un paseo por la cuna del pueblo totonaca, desde Papantla hasta la entrañas de Zozocolco; nos adentran a las montañas que rodean Coscomatepec y la elegante Orizaba;  nos remiten a los olores a café de altura, como Coatepec; y a un mestizaje en el pintoresco Xico.

En cada uno de ellos emana magia, gracias a sus manifestaciones socio-culturales y, sobre todo, a su gente.

 

La elegante y pulcra Orizaba

Orizaba, Ver.- Las montañas que rodean a Orizaba son como paredes de naturaleza que encierran las risas y suspiros de sus visitantes y pobladores. Una elegante y pulcra ciudad que fue galardonada en el año 2015 como uno de los pueblos mágicos del país.

En la región de las altas montañas del estado de Veracruz se resguarda como un pequeño y humilde Edén el pueblo mágico de Orizaba. Son tantos los sitios para perderse que para aprovechar efectivamente el tiempo el servicio de los guías turísticos es pieza fundamental.

La elegante y pulcra Orizaba

 

Coscomatepec, el pueblo a los pies del Citlaltepec

Córdoba, Ver. – Tierras fértiles, de hermosos paisajes y gente trabajadora es Coscomatepec,  municipio que representa un detonante de desarrollo para la región montañosa central del Estado de Veracruz.

El pueblo mágico de Coscomatepec es uno de los destinos más atractivos de la zona centro, no solo por lo rústico de sus calles, sino por su extensa zona de montañas.

Coscomatepec, el pueblo a los pies del Citlaltepec

 

 

Zozocolco, el mestizaje cultural

Zozocolco, Ver.- El Pueblo Mágico de Zozocolco se ha convertido en referencia nacional por el festival de globos de papel de china y las fiestas en honor a San Miguel Arcángel, pero entre sus calles empedradas se esconde una tradición que rescata el mestizaje de la cultura totonaca con la evangelización de los conquistadores: La Procesión de la Cera.

En cada proximidad de la Semana Santa, las familias se preparan y nombran al Mayordomo que será el responsable de la celebración. La comilona se organizará en su domicilio, desde donde participará la procesión que irá acompañada de danzantes provenientes de las comunidades.

Zozocolco, el mestizaje cultural

 

Papantla, cobijo de ardillas

Papantla, Ver.. Custodiado desde lo alto por el gigante Volador, obra del maestro Teodoro Cano, el parque Israel C. Téllez, sigue conservando desde hace 135 años la magia del corazón del pueblo totonaco.

Fue y sigue siendo un lugar de encuentro de familias, enamorados y fauna que ha aprendido a convivir con los humanos. Todos los días, niños, jóvenes y adultos, aprovechan la sombra del follaje para disfrutar del aire fresco, especialmente en temporada de calores. La nieve, raspados, cacahuates y esquites son la delicia de propios y extraños.

Papantla, cobijo de ardillas

 

Coatepec para dos

Coatepec, Ver.- Jardines de orquídeas, cafés acogedores, parques y museos, recorridos a pie por calles pintorescas con exquisitos aromas, Coatepec es el escenario perfecto para un plan romántico de fin de semana.

La variedad de aromas que pasean por sus calles anuncian la riqueza gastronómica de la ciudad cafetera. Café tostado con plátano, chocolate y el inconfundible pan de le leña son algunas esencias que se elevan en la atmósfera.

Coatepec para dos

 

La pasión del pueblo de Xico

En las calles empedradas y en las bellas viviendas coloridas de Xico, se concentran todas las pasiones humanas: los olores y sabores de alimentos autóctonos con su pizca de sabor español; la alegría y las pasiones de la música y el baile; y el tributo a las deidades que alimentan el alma.

En las montañas de Veracruz, a 25 kilómetros de la ciudad de Xalapa, el típico mole xiqueño, la morita y el licor verde, así como los toritos de distintos sabores, se mezclan perfectamente con el pueblo antiguo, ese que le rinde tributo a la Santa María Magdalena en su iglesia con sus detalles arquitectónicos del siglo XVI y acabados barrocos y neoclásicos de los siglos XVIII y XIX.

La pasión del pueblo de Xico

 

 

 

 

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